‘Imita a quien admires hasta que encuentres tu propio estilo’… Esta frase la vi una vez y se me quedó grabada para siempre!! Todos, en algún momento de nuestra vida, hemos copiado; desde pequeños hemos aprendido a través de la imitación: lo niños son los principales ejemplos de esto, ellos aprenden ‘copiando’ o ‘imitando’ lo que ven de los adultos. Sin embargo, cuando crecen, desarrollan su propio estilo y personalidad.
En nuestro campo repostero es muy común guiarnos por fotos de otras tartas o hacer creaciones con el estilo de la persona que nos enseñó, pero, ¿Cuándo deja de ser admiración o inspiración y se convierte en copia?
Sabemos que está todo inventado y que por lo general vamos siguiendo modas o tendencias, y, efectivamente muchas veces nos guiamos con alguna creación de alguien a quien admiramos, sin embargo, creo que el reto está en ponerle tu toque y hacerlo 100% tuyo. Es fácil copiar el patrón de lo que otro ya ha creado, pero ¿te sientes satisfecho con tu trabajo haciendo (o queriendo hacer) exactamente lo mismo que otro?
Creo que a todos nos gusta sentirnos únicos y alabados por nuestros propios logros; yo personalmente, se lo digo a todos mis clientes cuando quieren un diseño en particular: ‘En Yessi Fiore no copiamos tartas’, y cuando mando una imagen siempre aclaro ‘es para tener una idea de tus gustos o la línea decorativa, pero la tarta no será exacta’.
Y esto, además de por ética, es porque me gusta sentirme tranquila, relajada y libre. Se trata de un proceso creativo, no puedo estar presionada, si lo estoy, les juro que no me queda bien y se nota en el resultado final.
Se que el tema admite mucho debate y es un poco complicado de abordar sutilmente, pero creo que todos somos capaces de crear cosas maravillosas y tener nuestro propio sello, solo tenemos que pensar, crear y dejarnos llevar 💕
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