La repostería: un estilo de vida que engancha y enamora.
Si ya estás dentro del mundo de la repostería, te has preguntado alguna vez ¿por qué engancha?…. ¿Por qué te gusta tanto? ¿Por qué quieres aprender más y más?…. Si alguna vez has sentido la emoción de observar cómo una masa se convierte en un esponjoso bizcocho en el horno o el orgullo de presentar una tarta casera en una reunión familiar, ya has tenido un atisbo del mundo mágico de la repostería.
Más allá de ser el arte de crear deliciosos postres, la repostería lleva consigo un aura mágica que toca el corazón de quienes se sumergen en ella; va mucho más allá de mezclar ingredientes; es un arte, una ciencia y una ventana terapéutica a un mundo lleno de dulces recompensas.
Todas las que hoy en día nos dedicamos a esta dulce pasión empezamos por diversas causas, pero, sobretodo, porque nos mete en en una burbuja que nos evade de la realidad: hacer postres se convierte en nuestro momento.
El ser humano por naturaleza necesita de cierta seguridad en su vida. Las incertidumbres el cerebro no las lleva muy bien y es por eso que la repostería engancha tanto, porque te da seguridad, sabes que si mezclas exactamente cierta cantidad de un ingrediente con cierta de del otro, bajo cierta temperatura, tienes un resultado.
Luego, está el ego (en el buen sentido) cómo nos sentimos cuando nos alaban lo que hicimos o cómo nos hace sentir ver a los demás disfrutar con lo que preparamos. Esto, nuestro cerebro lo procesa también muy bien y es lo que pasa cuando llevamos una de nuestras creaciones a una comida familiar, por ejemplo.
Sumergirse en el mundo de la repostería ofrece numerosos beneficios que tal vez no habías considerado. En este post, descubrirás las ocho ventajas principales de hacer repostería y por qué deberías considerar incluir esta dulce práctica en tu rutina:
1. Viaje sensorial:
La repostería es un festín para los sentidos. El aroma de una galleta recién horneada o el suave tacto del fondant despiertan emociones y recuerdos, transportándonos a momentos especiales de nuestra vida. Los olores agradables permiten recordar momentos placenteros y hacerte sentir bien.
2. Alquimia controlada:
Te sientes en control. Eres quien tiene el poder de combinar harina, azúcar y huevo, y de repente, con el calor del horno, tener un esponjoso bizcocho. Es la alquimia moderna, donde ingredientes simples se transforman en obras maestras comestibles y tu tienes el control de ello cuando sigues una receta. Te sientes con poder y con destreza.
3. Desarrollo de habilidades y desarrollo cognitivo:
La repostería es un arte y una ciencia. Medir, mezclar, y experimentar con diferentes ingredientes mejora la destreza manual y la capacidad de resolver problemas. Además, es una excelente forma de fomentar la creatividad al decorar y personalizar tus creaciones. Aprender y perfeccionar recetas ayuda a mejorar la memoria, la concentración y las habilidades motoras finas.
4. Recompensa emocional y aumento del autoestima:
La satisfacción de ver un bizcocho elevarse en el horno o de decorar una tarta es inigualable. Muchos encuentran en la repostería una forma de meditación y relajación, lo que ayuda a reducir el estrés y aumentar el bienestar emocional. No hay nada como el sentimiento de logro cuando terminamos una tarta. Hacer repostería puede ser una fuente de orgullo personal y una manera efectiva de aumentar la autoestima. Además, el acto de crear algo desde cero brinda una profunda sensación de logro.
5. Momentos compartidos:
Hacer repostería puede convertirse en una actividad familiar. Compartir momentos en la cocina fortalece lazos y crea recuerdos inolvidables. Y por supuesto, compartir un postre hecho en casa es una forma de mostrar amor y aprecio a quienes te rodean. Al compartir nuestras creaciones, compartimos también alegría, cariño y celebración.
6. Ahorro económico:
Aunque invertir en ingredientes de calidad puede parecer costoso al principio, a largo plazo, hacer tus propios postres puede ser mucho más económico que comprarlos constantemente en pastelerías o supermercados.
7. Conexión social:
Compartir tus creaciones reposteras puede ser una forma excelente de conectarte con amigos, familiares y colegas. Además, hacer clases de repostería te abre la puerta a comunidades en línea y clases donde puedes conectar con otros reposteros.
8. Habilidades para toda la vida:
A diferencia de otras habilidades que pueden quedar obsoletas con el tiempo, la repostería es eterna, e incluso, puede pasar de generación en generación.. Aprenderla no solo te beneficia a corto plazo, sino que es una habilidad que puedes disfrutar y perfeccionar toda la vida.
¿Por qué estudiar repostería?
Seguir un vídeo de yuotube esta muy bien, leer una receta de intenet también, no obstante, cuando el gusanillo repostero te atrapa, estudiar es una excelente opción.
No hace falta que quieras dedicarte profesionalmente (o si) pero estudiarla te abre puertas en el mundo culinario: puedes hacer creaciones para tí y tu familia que te salgan perfectas, trabajar en pastelerías, hoteles, abrir tu propio negocio o incluso convertirte en un influencer en el ámbito de la repostería… ¡Las oportunidades son infinitas!
Si ya sientes el llamado de la repostería, ampliar tus conocimientos es el siguiente paso. Los cursos de repostería te brindan técnicas avanzadas, trucos del oficio y te conectan con profesionales que comparten tu pasión.
Aprender repostería es más que solo preparar deliciosos postres. Es una inversión en ti mismo, en tus habilidades y en tu bienestar emocional. Con beneficios que van desde el ahorro económico hasta la conexión social, ¡no hay razón para no comenzar tu aventura repostera hoy!
Si te sientes atraído por este mundo dulce, te animamos a explorar más, en Yessi Fiore tenemos gran variedad de cursos que se adaptan a tus necesidades. (Ver cursos) (Ver Escuela Trimestral) (Ver cursos online)